domingo, 1 de febrero de 2009

La sequía hace estragos en Algarrobo



El campo, en estado terminal

Los productores agropecuarios de la zona de Algarrobo, en el distrito de Villarino, tienen, sobre sus espaldas, cuatro cosechas perdidas, una importante mortand de ganado y, ahora, soportan una intensa sequía. De no revertirse la situación meteorológica y recibir ayuda oficial, probablemente muchos de ellos desaparecerán.
--¿Algún productor ha pensado en vender su explotación? --¡Yo...! La respuesta de Diego García casi no esperó el final de la pregunta para expresar una idea que, ha venido dando vueltas por su mente, al igual que la de muchos otros productores agropecuarios de la zona de Algarrobo, agobiados por la difícil situación que los ha envuelto. "El problema es que si uno vende... ¿qué hace después?... ¿en qué puede invertir la poca plata que consiga aquí?", interrogó. Ninguno de los numerosos chacareros presentes en una en torno de una mesa dio una respuesta, porque, probablemente, tampoco la tengan. En dos propiedades reune unas 640 hectáreas que le dejó su padre y donde trabaja desde hace dos décadas. La realidad es que, como otros, venía subsistiendo y, ahora, lo tumbó del todo la violenta sequía que afecta a esta zona, como pocas en el país. "Nadie puede negar que no llueve. Lo peor, aquí, es que llevamos nada menos que cuatro cosechas (de trigo) perdidas, por lo que ¿quién puede mantenerse, así, en pie?", se preguntó Fabián Visani, presidente de la Asociación de Productores de Algarrobo y Zona. Para darse cuenta, un forastero, que los campos se vuelan no es necesario que abandone el pueblo. Densas nubes de tierra lo castigan, con fuerza, cada vez que sopla el viento con un poco de fuerza. "Si viene del Norte, nos tapa y, si de pronto, rota al Sur... también", comenta Andrea Onori. Ella, como mujer y ama de casa, padezca en mayor medida las consecuencias. En la mayoría de las viviendas han debido "sellar" puertas y ventanas, para que la arena no invada la vida íntima de los pobladores. Así y todo, muchas veces es imposible enfrentar el fenómeno. "Yo vivo a media cuadra de la estación (ferroviaria) y, en este momento, no la alcanzo a distinguir", nos comentó telefónicamente Héctor Visani, uno de esos días en que el pueblo pareció sumergido en las imágenes que tantas veces nos mostraron películas del far-west. En el Norte, junto al acceso, hay campos pelados peor la sequía y en el Sur, más allá del cementerio, también. ¿Cómo evitar, entonces, las voladuras? Imposible.
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La charla con los productores engloba toda una problemática que, hoy por hoy, resulta difícil y que, posiblemente, deje traslucir lo que le pase a otros hombres de campo. --¿En esta zona se hace sólo cría o también algo de invernada? --Por sobre todo, cría, pero también invernada, aunque el engorde que se puede hacer aquí es en forma de feed lot.La dificultad es que los granos hay que traerlos desde 300 o 400 kilómetros y se encarece por el flete. De ahí, la necesidad de tener forrajes. --Forrajes que hoy no tienen... --Hace cuatro años que no se pudieron hacer reservas. --Las pasturas naturales, ¿se dan más en el monte? --Sí. Por ahí se sobrecarga (de hacienda). Lo limpio está más "chacreado". Hoy ha llegado el momento en que el pasto del monte se terminó y no se recuperó. Quizás se necesiten seis meses para tener algo, pero si no llueve... --Se deduce que se está dando un achique importante en los planteles ganaderos... --Por supuesto y sospechamos que será más grande aún. Si no precipita de aquí al otoño, como dijeron algunos meteorólogos, algunos tendrán que desprenderse de toda la hacienda. Ya no la podrán soportar más... --Y esa hacienda... ¿a dónde va, quién la compra? --No faltan los que aprovechan la coyuntura. Te pagan precios irrisorios y el comprador pone condiciones. El precio es bajo, el plazo (de pago), largo. Te ven en el piso, pero no se forman y tratan de hundirte más... (Alvaro Sabugo). --En definitiva, no vale ni la hacienda gorda ni la flaca... --Un productor vendió animales flacos, a un frigorífico, a razón de un peso el kilo. Pesaba 300 kilos, igual 300 pesos, menos 80 pesos de flete, le quedaron 220 pesos. ¿Se puede subsistir así? --Claro, la descapitalización es tremenda... --Hace cuatro años, la vaca valía 1.000 pesos. La aguantaste cuatro años dándole de comer, mal o bien. Ahora la vendés a 220. Perdiste casi el 80 por ciento del capital. --Sin hablar de las que se murieron... --Obvio, sólo por la baja de precio. Si contás la mortandad, lo que gastante en alimento, perdiste casi todo... --¿Y si la quieren recuperar? --Esto lo dirá el mercado. Cuando aquí llueva, si llueve algún día, en otras zonas lloverá más y estarán mejor. Por lo tanto, nunca podremos hacer negocio comprando en otro lado. Es imposible tener una revancha aquí. --¿Esta diferencia se marca a la hora de pagar impuestos? --Nos exigen lo mismo que a los que están mejor. Además, este año el problema gravísimo es que la gente que se desprende de hacienda, por obligación, tendrá que pagar Ganancias por algo que no fue rentable.
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Ante cada pregunta, aparecen muchas respuestas. Casi todas, coincidentes en que el panorama es muy oscuro. --En esta zona, las explotaciones son chicas? --La unidad económica, años atrás, eran 300 hectáreas. Así poblaron los campos nuestros abuelos, construyendo casa, galpón, llevando herramientas, la energía. Hoy si no trabaja 1.000 hectáreas está complicado. --Aunque con esta seca da lo mismo más o menos hectáreas... --Sí, claro, hoy por hoy, no hay unidad económica que valga. Aquí pasan los años y en lugar de estar mejor, estamos peor. --Ahora bien, ¿qué pasa si empeza a llover algo? --Las lluvias de febrero y marzo son favorables, junto con las de primavera. Son claves para producir trigo, pero debe llover bien. Se podrían recuperar los campos... --Pero ¿qué significa "llover bien" para ustedes? --Y... de 50 milímetros para arriba. Aquí está todo muy seco... Lo peor es que hablan de lluvias que no van a ser parejas y sí, erráticas. Lo peor es que siempre le erran a Algarrobo... --Ahora bien, ¿los productores están en condiciones de encarar una nueva campaña triguera? --No. Hoy no tenemos para comprar combustible ni semilla. Encima, el valor de la semilla es muy alto. Quizás podría venir un poco de pasto, para la hacienda, pero recién en mayo y la hacienda tiene que seguir comiendo. --¿De donde traen los royos de pasto? --De Lamarque y otras zonas de riego. --¿Y cuánto lo pagan? --Puestos aquí, valen 200 pesos. A principios del 2008 valían de 90 a 100 pesos. Si las cosas siguen así, ¿quién sabe cuánto costará? --Es que la inflación... --La inflación influyó en todos los sectores; menos en el precio de venta de nuestros productos. Lo único que vale menos que en 2003 es el trigo y las vacas. Antes uno sabía que un rollo (de pasto) salía tantos kilos de ternero. Hoy se desvirtuó todo.--¿No han pensado en hacer siembra directa para conservar un poco más el agua de lluvia? --Se podría adaptar a esta zona, siempre y cuando nos ayuden para armarnos de herramientas. El sistema es más caro en maquinaria y tecnología. Quizás evitaría tanta voladura de campos, pero ante una sequía como esta... --Volviendo al trigo, ¿se puede encarar una siembra ignorando cuál será el precio del producto una vez cosechado? --Anote este dato: El que se animó a sembrar trigo (en la última campaña) lo hizo con un precio, en este entonces, de 600 kilos la tonelada y terminó con 400. El productor se tuvo que hacer cargo de esa pérdida de 200 pesos, sin hablar de costos altos y la baja de los rindes... --¿Qué relación hay entre el trigo y el pan? --De un kilo de trigo salen 750 gramos de harina, que permiten hacer un kilo de pan. El kilo de trigo vale 40 centavos y el de pan... 4,50. En definitiva, el costo del pan, no es por el alto valor del trigo, sino todo lo que está en el medio.
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Los dos únicos caminos que tiene el chacarero, tienen sus pro y sus contra: la agricultura o la ganadería. "La forma más rápida de recuperación se ve en el trigo, que demanda menos inversión: un poco de gasoil y la semilla. En cambio, en ganadería, hay que comprar la vaca y criarla y esto lleva, al menos tres años", nos comentan. --Se entiende, encima, sin rentabilidad... --Aquí no hay producción, pero tampoco rentabilidad. Que haya sequía está dentro de las reglas de juego de ser productor agropecuario. Nuestros abuelos pasaron fenómenos iguales o peores y subsistieron. Lo peor es que estamos regalando las vacas para que los (dueños de los) frigoríficos hagan su gran negocio. Así no camina. Hay 20 individuos en la Argentina que se quedan con la ganancia de todos los productores del país. --¿No existen créditos accesibles? --Hoy, tomar un crédito, a la tasa de interés existente y sin producción, es ir al suicidio... --A la distancia, se puede advertir que lo que les pasa a ustedes ocurre en otros distritos. Patagones, por caso. --(El distrito de) Villarino está discriminado con relación a Patagones. Sabemos que, políticamente, existen diferencias, y los productores no queremos quedar presos de una situación política. --De todos los anuncios oficiales que se hicieron, a ustedes ¿qué parte les llegó? --En mayo nos reunimos con Débora Giorgi (cuando era titular de Producción en Buenos Aires). Nos prometió un subsidio en noviembre. Ahora anunciaron otro, para un pequeño grupo. Son 10.000 pesos por producción agrícola perdida por sequía y por vacas muertas. --¿Y para qué alcanzan esos 10.000 pesos? --A muchos productores chicos le alcanzará para pagar deudas atrasadas en los comercios y sobrevivirán dos meses más. No se extiende a la hacienda. El problema es que la falta de trabajo en el campo se ha trasladado a Algarrobo. Muchos peones fueron despedidos porque al productor no puede pagarles. Esto lo vinimos planteando hace mucho a la municipalidad de Villarino. Les anticipamos el problema social que se daría. Hoy está aquí. --¿Y qué puede hacer en el pueblo un peón rural? --Nada. A lo sumo, una changa. Lo peor es que venimos de cuatro años pésimos y recién ahora (los funcionarios) hablan de emergencia agropecuaria. Nos meten a todos en la misma bolsa. --¿Llegó algún funcionario hasta aquí? --Nadie vino a ver la realidad de Algarrobo. Ni siquiera alguno de los diputados que llegan, en campaña, a Bahía Blanca o Monte Hermoso. Nosotros también estamos en la provincia de Buenos Aires. --Pero el ministro de Asuntos Agrarios (Emilio Monzó) anduvo por estos distritos... --Nos gustaría que venga a Algarrobo. No, a reunirse con nosotros, sino a recorrer y hablar con los productores en su propio campo. Después, que se saquen las conclusiones. Hoy por hoy, el productor no tiene ni gasoil ni semilla. La (semilla) que tenía se la dio a los animales y comprarla resulta muy caro. Por más que llueva, no podemos empezar otro ciclo productivo.
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La parte final de la visita a Algarrobo, nos permitió comprobar que nada de lo que habían dicho los productores se alejaba de la verdad. Cuando tomamos el primer camino vecinal, nos topamos con algunas vacas lecheras buscando el poco pasto que había en las banquinas. "Hoy lo comen; cuando hay otro pasto mejor, lo pasan de largo", nos comentó Gabriel Araujo. No hay muchas opciones para los animales. La marcha se dificulta, por momentos, en medio de tanta polvareda, más allá de haber caído a la zona en un día de escaso viento. Detrás de los alambrados, campos ayer productivos y hoy transformados en verdaderos potreros. Algunos sin una pequeña muestra de vida vegetal. Importantes extensiones de alambrados deteriorados, productos de la descapitalización del chacarero. En proximidades del denominado "lote 39", la escuela, vacía por las vacaciones. De los 40 chicos que alguna vez concurrieron, hoy sólo quedan 4 o 5 en la primera y otros tantos en el preescolar. Enfrente, el salón donde alguna vez se armaron los bailes más famosos de la zona rural, también vacío y con sus pisos cubiertos por la voladura que no respeta ni puertas ni ventanas. El camino sólo se sortea en camionetas 4 x 4, pero la profundidad de la arena allí depositada a uno lo puede dejar de a pie, como nos pasó a nosotros. En esos mismos caminos y junto a los alambrados, se ha depositado el manto fértil que, en medio del reinado de la falta de humedad, el viento se encarga de manejar a su antojo. ¿Qué brotará cuando llueva? Lo ignoramos. Por allí, unas pequeñas formaciones de cardo ruso que no alcanzan a crecer. Más allá, una de las imágenes más claras de lo que ha hecho la naturaleza, enfrentada con los productores. Un molino, con sus aspas detenidas, el tanque... lleno de arena y los bebederos vacíos. En las proximidades, muchos esqueletos cubiertos por el cuero... y la arena. Después, la imagen que no nunca hubiéramos querido ver. Una vaca, joven, agonizando, sin que nada ni nadie le pueda revertir su lamentable final. "El campo (en Algarrobo) está en estado terminal...", nos expresaron, en más de una ocasión, los productores que nos recibieron y nos acompañaron. La recorrida por las chacras, abandonadas y silenciadas, nos permitió comprobar que si no llueve y no hay una mano que alguien les tienda, la sentencia estará dictada...
Interlocutores
Participaron del diálogo con este enviado, Julio Sabugo, Diego García, Andrea Onori, Alberto Villaverde, Silvia Aceituno, JUan Labeyrie, José L. Girotti, Jorge Veremenchik, Fabián Visani, Alvaro Sabugo y Gabriel Araujo.
80kilómetros separan a Algarrobo de Bahía Blanca. Se lleva transitando por la ruta nacional 22.



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