miércoles, 28 de enero de 2009

La copla que la organización de Cosquín no dejó cantar a Atilio De Angeli


Alfredo De Angeli en el llano
En tu mirar chacarero
Yo vi llorar al lucero
Allá en tu pago entrerriano
Y cada argentino hermano
Por eso estoy de tu lado
Como de Patria enjoyado
En el ocaso azulgrana
En tu palabra paisana
Haces lo nuestro brillar
Al cielo voy a rogar
Que me alumbre tu mañana.
Hoy me duele ser cantor
Pero celebro a la vez
El ver la limpia altivez
Del heroico sembrador,
Del pequeño productor
A la orilla del camino
Por que labrando el destino
Con el sudor de su frente
Son la luz del sol naciente
La raíz de lo argentino.
A la orilla del caminoví tu sueño campesino
Dios bendiga tu destino
tu razón de sol a sol.
He visto al hombre de campo
Aquel que la tierra labra
Valorando la palabra
Desde la risa hasta el llanto
por eso me duele tantola ceguera sin razón
Lo injusto, es un aguijóncon
un veneno infernal
Un abrazo fraternal
¡Les canta mi corazón!

Tarragó Ros (Censurado en el Festival de Cosquín 2009)

martes, 6 de enero de 2009

Conocer la nueva ruralidad


El autor plantea la existencia de una nueva ruralidad, que integra a proveedores de insumos y servicios, trabajadores, etc., en un entramado de gran consistencia. Esta nueva ruralidad -afirma- viene reteniendo población en el espacio-territorio rural, es de índole sociológica y plantea que se puede ser agricultor y ciudadano rural ampliando los espacios de dignidad.

Enrique Seminario. Consultor agropecuario

La reacción del agricultor ante la decisión del Gobierno de imponer la Resolución 125 derivó en la constitución de la Mesa de Enlace. Se integró con las cuatro entidades de mayor trayectoria y reconocimiento público en representación de los intereses de los productores agropecuarios, más una no-institución que emergió representando a los agricultores no agremiados que se autodenominaron "autoconvocados".Como una suerte de "piqueteros rurales" que vieron amenazada su viabilidad, salieron de los campos y los pueblos haciéndose visibles mediante la metodología, ya hace algunos años "institucionalizada", consistente en interrumpir el tránsito en las rutas como otros grupos lo hacen en las calles o los puentes. Ante realidades vivenciadas como impotenciadoras de proyección a futuro, y ante la percepción de que no hay posibilidades de ser escuchados en instancias de diálogo con poder suficiente como para encontrar soluciones, se recurre a la impotenciación de terceros involucrándolos en una situación conflictiva y de malestar. Malestar que se hace extensivo a toda la comunidad mediante la difusión mediática que lo proyecta al conjunto de la misma.Esta dinámica de tramitación genera una sucesión de hechos de negación del otro que se retroalimenta con reacciones emocionales potenciadoras de pasiones que llevan a opacar o anular muchas veces la racionalidad.Tomado el poder como capacidad de acción en la realidad compartida, cuando dicho poder deriva en discrecionalidad autista que niega al otro considerándose el único poder, se desemboca en reacciones de autodefensa que tienden a neutralizar la negación sufrida para poder ser reconocido y no negado. En esta dinámica no hay espacio para el diálogo sino para el juego de demostración de quien tiene más poder de control en la negación del otro, una dinámica de muerte que crispa el ambiente de convivencia social.En el caso del conflicto con "el campo", el malestar ampliado al conjunto de la comunidad fue aceptado por gran parte de la misma como costo necesario para hacerse escuchar ante el Gobierno y manifestarle que su poder en vez de percibirse como abriendo posibilidades de proyección las estaba cerrando. Tanto por el contenido de las decisiones que se tomaban como por las formas con las que se comunicaban.La constitución de la Mesa de Enlace logró encauzar las energías inicialmente anárquicas de la protesta movilizada por los autoconvocados, integrándolos a éstos en un espacio de institucionalidad para facilitar la apertura de la posibilidad de una conversación para el reordenamiento del funcionamiento de las cadenas productivas. El abordaje de este reordenamiento necesario fue realizado por parte del Gobierno dirigiéndose al agricultor y a las instituciones que lo representan como si fuera una corporación más (como la petrolera, la financiera, etc.). Este fue, desde mi mirada, uno de los principales errores del abordaje de la situación.Y al adjudicarle connotaciones de avaricia, insensibilidad social, dogmatismo neoliberal, motivaciones golpistas, al conjunto de los agricultores, se hizo una simplificación grosera e inconveniente para la tramitación del conflicto. Esto no niega que haya algunos agricultores a los cuales se les pueda adscribir esas características. Pero haberlo hecho en forma generalizada logró potenciar la percepción, por parte de la mayoría de los agricultores, de no estar siendo reconocidos en su realidad. Se eligió hablarle a un símbolo de lo que en su momento histórico pudo haber sido un poder político en una etapa de la historia argentina tal vez negativa para la mirada del Gobierno y de muchos argentinos.Pero claramente se le habló al pasado, ya que el presente refleja una realidad donde el agricultor, que se sintió agredido, logró integrarse no sólo en las cadenas productivas como actor económico eficiente, sino también como ciudadano en las comunidades rurales constituyentes de una Nueva Ruralidad. Esta Nueva Ruralidad integra en lo local a proveedores de insumos y servicios, trabajadores de la industria frigorífica, de la maquinaria agrícola, de los comercios, de las escuelas y los bancos, de los clubes y hospitales, etc., en un entramado de gran consistencia. Esta Nueva Ruralidad viene reteniendo población en el espacio-territorio rural a contracara de las históricas migraciones de quienes abandonaban "el campo" para ir al conurbano bonaerense, y demás conurbanos.Esta Nueva Ruralidad, que es de índole sociológica y derivada de la Revolución Tecnológica, plantea que en las Pampas ampliadas de la Argentina, se puede ser agricultor y ciudadano rural ampliando los espacios de dignidad al promover un desarrollo humano rural en lo local.Esto es energía social, y no solo económica, que contrarresta y contradice tanto la concentración política como económica. Abre posibilidades locales pero al mismo tiempo requiere un encauzamiento político renovado en el entendimiento de su dinámica. Plantea tensiones y contradicciones que necesitan de políticas públicas de desarrollo humano que integren lo económico orientándolo en la construcción de comunidades socialmente sustentables. Varios gobernadores e intendentes vienen reconceptualizando a la instalada idea de la primariedad de la agricultura y su derivada ruralidad. Varios dirigentes rurales se van animando a plantear la temática del desarrollo superando su histórico discurso más vinculado a las cuestiones del negocio agropecuario. Pero hace falta ir más allá. Además de hacerse visible, lograr ser percibido como parte importante de la solución a los problemas de la comunidad nacional. Tal vez éste sea un desafío para la Mesa de Enlace: construir un renovado discurso consistente y ejecutar una comunicación eficaz en la presentación del agricultor como sujeto activo en la dinámica de esta Nueva Ruralidad al conjunto de la sociedad y a sus formadores de opinión que muchas veces la desconocen.

http://www.clarin.com/suplementos/rural/2008/12/27/r-01829059.htm