sábado, 6 de septiembre de 2008

Agronegocios, el camino del ganar-ganar


Bernardo C. Piazzardi, Profesor de la Maestria en Agronegocios de la Universidad Austral, afirma que debe conocerse la verdadera dimensión de los AA y que es posible una situación en la que gane toda la sociedad.

Definir a los agronegocios (AA) no es tarea fácil. Y para entender su vastedad basta el ejercicio de pensar en todas las acciones y actores involucrados, necesarios para que lleguen a manos de un consumidor final y en cualquier lugar del mundo, bienes y servicios tan diversos como: un plato de comida, un litro de biocombustible, una máquina herramienta, o un servicio de administración o gestión de conocimiento para una actividad vinculada a los mismos.Una visión reducida limita posibilidades. Hoy, una visión de los agronegocios limitada a los cuatro cultivos principales de la Pampa Húmeda de la Argentina, más la cadena de valor de la leche y de la carne, sería una visión limitada. Las mencionadas son importantes cadenas de valor de nuestro complejo productivo, pero sólo una parte de los AA.Como consecuencia de una apreciación equivocada, el impacto de políticas de intervención al funcionamiento de factores de producción y comercialización, que tienen como objetivo shocks distributivos en contra de unos pocos "poderosos" pero a favor de muchos "débiles", no parecen lograr ningún resultado positivo. ¿Dónde está el error? Porque esos shocks no impactan positivamente en toda la sociedad; todo lo contrario. Ser sustentable o no ser, parece ser la cuestión. En la actualidad cuando un país, un sector, una empresa o una persona, logra ser sustentable, pasa a depender de variables que gobiernan "globalmente", y a ser más independiente a condicionamientos "domésticos"; en otras palabras, pasa a ser parte de una comunidad global.Ser sustentable no sólo tiene connotaciones económicas, sino también sociales y hasta ambientales. Los organismos internacionales y los países que lideran transformaciones, persiguen ese "bien". Ahora, ¿por qué para la Argentina ese "bien" parece ser una maldición y no una bendición, por lo menos para el caso de los AA? Tal vez construyendo consensos sobre nuestro largo plazo se logre resolver esta situación y aprovecharla. Países como Nueva Zelanda o Chile apalancan su crecimiento en ventajas sustentables de los AA.El sector AA no sólo que logra la categoría de sustentable, sino que produce con management calificado, con tecnología de última generación, genera y crea sus propios procesos, innova permanentemente y hasta exporta no sólo productos y servicios, sino también know how y conocimiento. La Argentina logró generar un sector que es considerado, en términos del comercio internacional, como "World Class"; esto significa que el mundo necesita de éste, por su excelencia. Al mismo tiempo, los AA son de gravitante importancia en la economía y sociedad de nuestro país. Como muestra de ello, el impacto en las principales variables que miden la actividad de toda la economía durante el conflicto campo-Gobierno. Para el investigador senior del IAE Eduardo Fracchia, ese impacto representó una pérdida diaria de $ 370 millones; esto sumando al agro, la industria, el transporte y el comercio. Para los 129 días de duración del conflicto se totalizó una perdida para la Argentina de $ 5.034 millones. Los AA y su entorno. ¿Por qué se genera este error de apreciación? Primero, no parece ser sólo un error de la dirigencia pública y privada. Parece ser responsabilidad de las instituciones propias de los AA, las acciones de comunicar e informar debidamente cómo y qué se está haciendo para haber obtenido un lugar en el mundo de los conocimientos, productos y servicios generados. El conflicto campo-Gobierno dejó como consecuencia positiva una toma de consciencia del lugar que ocupan los AA en la Argentina y en el mundo. Pero, más importante aún, el que los mismos integrantes de los AA hayan tomado conciencia de esta realidad. En este nuevo escenario, parece lógico trabajar en pos de un entendimiento con toda la sociedad para aprovechar más sus AA.Como un ejemplo concreto de lo expuesto, podríamos citar a los pooles de siembra. De acuerdo con el concepto amplio de agronegocios arriba señalado, los pooles son un jugador más entre varios, pero que han ganado una desproporcionada notoriedad últimamente. Todas las lecciones de management indican que el trabajo en red es una de las formas de hacer eficientes los procesos y, por ende, rentables los negocios. Este es el caso de los pooles. Cada jugador aporta su perfil más eficiente. Como toda actividad económica, los pooles tienen varios factores de producción; entre otros, se necesita: tierra, capital, tecnología, management, insumos, maquinaria, logística y marketing. Dentro de cada factor se pueden identificar pequeños, medianos y grandes jugadores, que participan y aportan su experiencia con la finalidad de obtener una renta a cambio de ese aporte. Casi un caso perfecto de negocios con trabajo en red. Una incorrecta apreciación puede llevar a un tratamiento más "agresivo", desde lo fiscal, a este tipo de actividades, suponiendo que representan intereses poderosos. Pero, como resultado, a la postre tal vez solamente se logre afectar negativamente a comunidades enteras, y no sólo rurales y mucho menos poderosas.¿Por qué no jugar a cooperar? En la Teoría de los Juegos puede haber distintas situaciones de resolución de conflictos. Puede haberlos con ganadores y perdedores, o los llamados "juegos de suma cero", y también situaciones donde todos pueden ganar, llamados "juegos cooperativos". Para el caso de los AA, se ha tratado de aplicar un "aproach" de "suma cero", que no dio resultado. Los daños ocasionados en pos de un shock distributivo no sólo impactaron a los AA sino a toda la sociedad. Tal vez la opción más apropiada, en virtud de lo expuesto, sea un "aproach" de "juegos cooperativos", en el que generar más incentivos, reglas de juego duraderas y claras, generará mejores condiciones para los AA y sus comunidades directamente involucradas. Inmediatamente se traducirán en beneficios para a todo el país.


Por Bernardo C. Piazzardi - Prof. de la Maestria en Agronegocios de la Univ. AustralFuente: Clarín, sábado 16 de Agosto de 2008




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